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Mostrando entradas de septiembre, 2024

SUCEDIÓ EN EL AEROPUERTO INTERNACIONAL (MARK DEBREST)

      -¡Cúánta gente hay! - dijo para sí la Sra Martin una vez entró en la terminal 1 del aeropuerto.       Era verdad. Aquel 31 de julio el Aeropuerto Internacional Europeo estaba repleto de gente de todo el mundo. Para unos terminaban las vacaciones, para otros comenzaban. Lo más pesado de todo eran las esperas y en cierto modo el gentío cuando tenías que esperar y no podías sentarte. Aquel aeropuerto, que era muy grande y en el cual se habían hecho últimamente unas ampliaciones importantes, era muy conocido por la mujer. Como novedad, aquel año, había en una zona determinada   un piano de cola nada menos que de color blanco y en el suelo una alfombra roja; para contrastar, impresionar y dar más solemnidad al acto que tendría lugar. Algunos carteles anunciaban aquel día una audición musical con obras de los compositores: Beethoven, Chopin y Ravel. La Sra Martin creía que era una buena idea para contentar a los que esperaban marchar y también para los que esperaban la llegada de algún

14 MICRORELATOS (MARK DEBREST)

   14 MICRORELATOS (Mark Debrest)                                   7 MICRORELATOS TRISTES 1.-PECOSO Cuando era pequeño, todos los sábados por la mañana, mi madre y yo íbamos a comprar el pan en una bonita y pequeña panadería muy cerca de casa. Para mí era un día muy feliz, ya que no había colegio y podía estar más tiempo con mi madre a quién adoraba. Y allí, en el mostrador de la panadería, siempre veía con optimismo y simpatía a la dueña, la Sra. Emilia, a la que mi madre y yo apodábamos la “quiénesquémás” pues siempre, y con rapidez, preguntaba a quién le tocaba y qué más quería comprar. Cuando llegaba el turno a mi madre, la guapa y recia Sra. Emilia me miraba también a mí, con sus grandes    y expresivos ojos azules, como los míos. Y me miraba con atención por varios motivos: porque yo siempre tenía una contagiosa sonrisa y brillo en los ojos, era pelirrojo y tenía muchísimas pecas en mi rostro, algo que yo detestaba. Después de comprar el pan, me daba casi siempre un cromo para m